En todo viaje tienes (o casi siempre) alguna anécdota sobre algún sitio que, en principio no estaba en el itinerario y que fuiste a ver por hacer algo, y termina convirtiéndose en la sorpresa del viaje. Eso más o menos nos paso a nosotros con la reserva natural Cloudbridge. Calculamos mal el itinerario (que cosa más rara) y vimos que teníamos un día perdido en San Isidro. Habíamos recorrido todas las playas de interés y, seamos sinceros, no hacía un tiempo como para irse con un libro a pasar el día a la playa. Con todo ello, la noche anterior estuvimos navegando en Internet para encontrar algo que hacer. Descubrimos este sitio que, por lo pronto, la gente decía maravillas del mismo.
Cloudbridge es una reserva natural propiedad de una matrimonio, él creo que ya falleció, que se dedico a crear una reserva natural. No hay que pagar la entrada aunque puedes hacer un donativo cuando sales, hay sobres y un buzón donde depositar lo que tu quieras.
Avisar que la entrada esta bastante, bastante escondida. Hay que ir en dirección al parque natural Chirripó y estar atento, en los últimos 20km de avistar el cartel que ponga "cloudbridge". Merece la pena el esfuerzo de buscarlo! Así que no os desaniméis.
Una vez allí coged alguno de los bastones que se encuentran en la entrada. Los senderos son "naturales" sin ningún tipo de alteración por el hombre con lo que el palo os sera muy útil. Asimismo hacer una foto con el móvil del plano que se encuentra en la entrada ya que, durante el sendero, habrá algún que otro cartel pero ni un alma para preguntar. Esto último es una de las cosas buenas de cloudbridge: ni un alma! El sitio es para ti sólito con un montón de cascadas y, aunque el camino es bastante duro en algunos tramos, merece la pena. Nosotros no pudimos llegar hasta el final del sendero del río ya que empezó a caer una lluvia tremenda y ¿dónde estaban los chubasqueros? En el coche claro! Aunque los chubasqueros sólo hubieran evitado que nos empapáramos bajando la montaña.
Día 13: San Isidro de El General - Turrialba
El camino es corto y agradable. Literalmente vas cruzando la cordillera de Talamanca así que, si puedes, haz una parada en la carretera para poder observar lo bonito que es. El camino atraviesa las montañas y puedes ir admirando la gran cantidad de verde que hay en este país. Además Turrialba se encuentra en el valle (metida en el medio) de las montañas.
Nuestro alojamiento fue increíble. Fuimos a un B&B llamada "La Cascada". Este B&B es muy recomendable no sólo por el precio, sino por la hospitalidad de la dueña - sus desayunos caseros - y las vistas desde el lugar. Puedes sentarte en la terraza y observar las magnificas vistas al valle. Cierto es, que nos hizo frío así que no esta mal llevar una chaqueta y pedirle a la dueña alguna manta extra.
La tarde la dedicamos a ver el pueblo. Comimos en un sitio que se encuentra en la plaza del pueblo, aunque ahora no me acuerdo del nombre.
Día 14: Cartago y el Jardín Botánico
Como el volcán Turrialba estaba cerrado (estaba expulsado ceniza) por precaución; y el volcán Iriarzu no ibamos a poder ver nada porque esta lloviendo y con neblina; decidimos tomar un plan alternativo. Nos dirigimos hasta Cartago para ir a visitar el Jardín Botánico Lankester. Es un buen plan porque este Jardín tiene una gran colección de plantas.
El día siguiente nos dirigimos a San Jose, al hotel situados a unos 5 minutos del aeropuerto. El último día fue dedicado a hacer maletas, descansar algo y mentalizarse para volver nuestros destinos de origen.
Las impresiones del viaje han quedado claro durante la narración del día a día. Únicamente cabe pensar ahora, ¿cuál será la siguiente aventura?
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