Normalidad atrofiada

El siguiente artículo de opinión ha sido realizado en clase de periodismo local. Tiene relación con el polémico artículo, publicado en El Mundo, del "periodísta" Salvador Sostres.

¿Qué significa "un chico normal"? Normal es aquél que vive su vida, como quiere, pero sin perjudicar al prójimo. Normal es aquél que piensa antes de actuar. Lo que no es normal es lo que escribio Salvador Sostres. Presentar al chico rumano como "un chico normal disparado al centro de su querer". Si ese es el verdadero significado todos los maltratadores de mujeres son normales ¿no?. Entonces señores jueces no les metan en la cárcel, exculpenlos porque se "disparan" por el amor que sentían hacia sus mujeres.
No hay justificación alguna para el asesinato de una persona y, menos, como ocurre en este caso de una muchacha y del bebé que esperaba. No se debe caer en la enfermedad de empatizar con el asesino sea de mujeres, niños, hombres o ancianos.
En esta ocasión la libertad de expresión y comunicación que reconoce el artículo 20 de nuestra Constitución no protege estos discursos inefables. Los derechos sirven para el bien y no para justificar el mal del ser humano. Con todo ello las redes sociales han sido el campo de denuncia de la gente normal, es decir, todos los españoles que sufren con cada nueva víctima de violencia de género (71 en 2010 y en 2011 vamos por 16, seis más que el mismo periodo del año pasado).
¿Algo positivo de esto? Sí. Las nuevas plataformas de expresión en Internet estan demostrando, una vez más, el poder que tienen. Ayudan a cubrir ese vacío emocional que sentimos hacia esos medios de comunicación que ya no se mueven por el interés del ciudadano sino por el morbo y los beneficios económicos.
Finalmente recalcar que, aunque Sostres proclame que las noticias de sucesos ignoran "cómo a vece el autor se convierte en escoria y en desgracia" recordarle que aquél que quién bien te quiero NO te hará llorar.