Entre los muchos viajes que se pueden hacer a Italia, Nápoles es, sin duda, una visita obligada. Se puede leer mucho acerca de como es la ciudad, su comida, sus ruinas,...etc., pero ninguna se acerca a lo que realmente uno la visita.
Uno puede sentir el caos con el tráfico de locura. Uno aprende a cruzar por donde quiere y sabiendo que si te pitan tienes que apretar el paso. Uno aprende a sobrellevar las obras por la calle. Uno siente el colorido de las calles con sus calles estrechas y su ropa tendida en cada una de las casas. Se aprende mucho y, sobretodo, se aprende a disfrutarla.